lunes, 26 de marzo de 2012

La Ciudad Perdida

Yo quiero, cuando me muera...
sin patria, pero sin amo
pongan en mi tumba un ramo,
de flores...
y una bandera.

No soy persona especialmente sensible. No dispongo de esa tendencia a la lágrima fácil y tampoco me adorna la habilidad de destilar almibar y parabienes, ¿qué le voy a hacer?.. soy un gran tacaño emocional.
Sin embargo hoy me confieso: Hay una película que me hace temblar el ojo y no el del puente, que diría nuestro insigne Severo (El puente tiene tres ojos, yo tengo dos solamente...pero si cuento el del culo, tengo los mismos que el puente). Esa pelicula se llama La Ciudad Perdida, y pasó sin pena ni gloria por las pantallas españolas.
 La trama se desarrolla en Cuba, en los últimos meses de 1958 y los primeros de 1959 y describe la historia de una familia en esos aciagos días donde nuestra "Perla del Caribe" o "La Ciudad de la Columnas" que decía Carpentier, pasara a mejor vida.
Seguramente Andy García que aparte de actor protagonista, fue el director de la cinta, no sospechaba que aquí lo que gusta es lo bermellón, es decir, las películas de la guerra civil que muestran que los buenos siempre son los republicanos, o aquellas otras donde se alza como paradigma de la libertad del hombre, Benicio del Toro interpretando al asesino Guevara, incluso, fíjense, nos gustan esas películas en las que los malos somos los españoles, caso de aquella famosa "Amistad" firmada por Spielberg donde, tócate las narices, los negreros malos somos nosotros. Naturalmente de la esclavitud y racismo americano ni palabra, pero así somos, es nuestra idiosincrasia pardilla y ridícula.
Decía que me gusta esta cinta "La Ciudad Perdida" porque habla de eso, de cuando se perdió Cuba, y de cuando muchos cubanos y miles de españoles que dejaron allí media, vida tuvieron que salir "con lo puesto" de la isla. De como la idea de institucionalizar una democracia en la isla, promovida por parte de un grupo de intelectuales y patriotas, ante los desmanes de Fulgencio Batista se vino abajo con las hordas de los barbudos de Castro. y de como se perdió LA LIBERTAD (Con mayúsculas).
La injusticia histórica que España ha cometido con Cuba no tiene nombre. Cuba no era una posesión española, no era una colonia, no era un estado asociado. Había mucho más que relaciones políticas o comerciales: Había lazos de sangre, de hermandad, vínculos de unión indisoluble: Cuba era España y España era Cuba. Nuestras familias vivían allí o aquí y el encontrar a alguien de la isla era como ver a un viejo amigo o a algún familiar cercano.
Todo eso acabó cuando llego el carismático Castro. Nuestro país no hizo, ni hace, ni hará el mínimo esfuerzo por recuperar o, mejor dicho, restituir todo aquello que la revolución robó. Al contrario, durante muchos años ha estado riendo las gracias del dictador..."Mariconsón" jaja, que simpático este Fidel.
Nadie se acuerda de las expropiaciones forzosas de la reforma agraria, hoy aposento de hoteles de grandes cadenas españolas, entre otras. Ni del exilio de miles de intelectuales, artistas, familias, emigrantes...
Ni de los asesinatos indiscriminados. Ni de los presos de conciencia...Eso sí, al Ché...Ni tocarlo, faltaría más.
Por eso me emociona la película porque es la historia de una familia que se separa, una familia como la mía o como la nuestra, como la que entonces eramos Cuba y España y ahora recordamos en el espejo de la melancolía cuando vemos en los documentales de la 2 ese muestrario de miseria que es La Habana anclada en el 59. Con sus mismas casas, ahora en ruinas, sus mismos coches, ahora oxidados, sus mismas calles, ahora destartaladas,  pero sin Libertad, ahora muerta.
Termino con esta estrofa del Lamento Cubano.

Oh! Cuba hermosa, primorosa
¿Por qué sufres hoy tanto quebranto?
¡Oh! Patria mia, quién diria
que tu cielo azul
nublara el lanto...


Buenas y tropicales noches.


viernes, 23 de marzo de 2012

El Gapo.

Los que leéis este blog conocéis de mi aversión por el mundo del fútbol en general e igualmente sabéis la opinión que me merecen, sobre todo intelectualmente, los futbolistas y resto de gente que integra el submundo balompédico.
Lamentablemente para nuestras cadenas televisivas no existen sino cuatro deportes: Fútbol, Tenis, Formula 1 y Motos.
En estas retransmisiones son muy característicos lo que llaman "primeros planos" que refuerzan con la imagen cercana, un hecho que nos llama la atención sobre el discurrir del evento.
Empezando por el final: Las motos y los coches:
Siempre esperamos el momento del accidente: "mmmm... a ver si se estampa contra el muro", y observar como las asistencias sacan el cadáver de entre los amasijos del vehículo.
O como cientos de motoristas pasan por encima del inerte cuerpo del japones que se cae en la segunda vuelta...¡Que horrorrrrr! decimos mientras terminamos la cerveza observando el espectáculo y masticamos el maíz tostado que, por un momento, nos da la impresión suena igual que los pobres huesos rotos del motorista.
Hay un añadido: Esos grandes premios que se celebran en circuitos urbanos, como Mónaco, donde siempre se puede hacer extensiva la tragedia: Típico incendio a la entrada del túnel, espectadores saltando envueltos en llamas y ya que estamos, la explosión en cadena de cinco o seis yates de lujo, ¡Que gran espectáculo!
Lo del tenis es insufrible, salvo el femenino, que en lo que se agachan a coger la bola, algún primer plano deja entrever el inexplorado mundo de la lencería deportiva femenina que siempre hace, junto con esa especie de quejidos orgásmicos que producen al sacar "aahhhhhhhggg" que las retransmisiones sean un poco más placenteras.
En este caso hay que decir que depende bastante de la tenista. Últimamente han mejorado mucho estas competiciones con la inclusión en el circuito de toda suerte de tenistas del mundo eslavo en general,  muy agradables a la vista (mejor sabrán) y por fin hemos dicho adiós a la tanda de baca-burras (Sanchez Vicario, Conchita Martinez, Navratilovas etc) que mataban cualquier atisbo de libido salvo, por supuesto, aquella que andaba un poco mas presentable que era Gabriela Sabattini.
Suele andar muy fino el encargado de los primeros planos y siempre que puede evita el braguerio y los escotes sobre todo en el momento crucial del saque. Visto por detrás, cañonera en pompa, o por delante cuando el movimiento de inercia hace que la tenista se agache sugiriendo cierto canalillo senil (de seno, no de viejo), es en ese momento que esperamos con avidez, cuando el operario cambia a un plano general y nuestra intención de averiguar la marca de sujetador se diluye a la par que nuestro interés por el partido.
Pero donde el encargado del primer plano, llamemosle "primerplanista" demuestra toda su profesionalidad es en las retransmisiones balompédicas.
Siempre que enfoca la cara de un jugador, observamos que dicho sujeto se lleva un dedo a su apéndice nasal y, tapando uno de los agujeros, con profusión expele aire por el otro, lo que hace que, mientras te comes el pincho de tortilla veas caer de la nariz de Sergio Ramos un ramillete de mocos que se deslizan hasta el cesped.
Un buen profesional primerplanista ha de estar atento al movimiento de carrillos del jugador y justo es ahí, en ese momento antes de la expulsión, cuando tiene que enfocar para contemblar con nitidez el escupitajo. Hay que decir que ahora la alta definición nos permite ver en todo su esplendor el gargajo y su técnica. Es como los documentales de National Geographic cuando el cocodrilo salta al pescuezo del antilope incauto que cruza el rio. El primerplanista se esmera para que no perdamos detalle de hasta la ultima gota de lapo. Hay incluso algunos profesionales que, en un hábil movimiento fijan su atención en el gargajeo previo a la elaboración del escarro. Mientras lo suben por la laringe hasta la boca o tambien en el instante que absorben via nasal los mocos para expulsarlos al terreno de juego.
 Siempre pendiente del detalle, acerca el zoom para mostrarnos que lo de escupir no es cuestion baladí, sino que cada jugador posee su técnica particular. Hay quien los lanza a una velocidad estratosférica, hay quien no tiene fuelle y se escupue en las botas, en fin, todo un arte.
Esto me hace preguntarme varias cosas:
¿Es esa la razon por la que cuando sacan de banda siempre limpian la pelota?
¿Necesitan regar el cesped o con la cantidad de escupitajos que se producen a lo largo del partido es suficiente para una semana sin agua?
¿Con semejante cantidad de moquerio...se han planteado inventar el futbol sobre patines?
¿Si te caes...Habrá alguna zona franca de lapos?
¿Es capaz el ser humano de ensalivar con semejante profusión o se produce debido al ejercicio físico?
¿Escupiran igual cuando salen de copas...? ¿y en el pasillo de su casa???
En cualquier caso sirva este articulo como homenaje a Darwin  y su evolución de las especies, y nos muestra especímenes que tardan bastante más en  evolucionar que otros, caso claro de estos "Elementos Barriada" que necesitan muchos más años de "cultivo" que la gente normal para superar estos comportamientos barriobajeros que sus cuentas millonarias no logran ocultar.
Buenas noches.

Hermanos Musulmanes.

No se quién decía que cuando hablamos de racismo lo primero que visualizamos es un negro. Posiblemente haya un concepto malentendido de la palabra, no como, según la RAE, esa exacerbación del sentido radical de un grupo, especialmente cuando convive con otro y la consiguiente doctrina antropológica basada en ese sentimiento, que conlleva la persecución de un grupo étnico considerado como inferior, sino que inmediatamente se piensa en el tema esclavitud, el KKK y la pesecución del negro en los EEUU.
 Es decir, que si soy racista es que no me gustan los negros. Eso es como diría nuestro insigne cenutrio y ex presidente del gobierno zapatero, falso de toda falsedad. Yo, por ejemplo me considero una persona racista, y sin embargo tengo amigos que son negros, mulatos e incluso familia mestiza.
Me decía un antiguo amigo Tom Collingwood, quien vivió media vida en distintos países africanos, que el odio racial entre individuos de distinta tribu siempre fue superior al de negros y blancos. Las grandes matanzas tribales como el genocidio de Ruanda entre tutsis y hutus le daban la razón. En cada pais país africano siempre está presta la cerilla para encender el odio racial entre gente del mismo pueblo, tribu, raza, o lo que se quiera. Y son del mismo color de piel. 
Mi racismo va referido al mundo islámico. A ese que tanto defienden toda suerte de asociaciones de alianzas de civilizaciones y tanto pogre de los cojones, y que callan cuando a una mujer le apedrean por la calle porque no lleva el velo. O a los que ponen a niños de ocho años al frente de manifestaciones palestinas como carnaza facil para que las televisiones del mundo vean lo malos que son los israelies o israelitas que deciamos antes... en definitiva al integrismo que tanto gusta a la rojez.
Un hijoputa que estrella un avión contra un edificio o este individuo que hace un par de días ha asesinado a unos niños en un colegio judio  en Toulusse y cuyo abogado ha puesto el grito en el cielo alegando violación de derechos porque un policia le metió un tiro en la cabeza.
Creo que es tarde para apuntarse a las cruzadas, pero si no, habría que plantearse algo para acabar con el infiel porque al paso que van los mojamés cualquier día nos meten un chaval con un chaleco explosivo en el autobus y hala, el carajo todo, meno el, claro está, que se va al paraiso de virgenes en celo que espera a todo siervo binladista.
Pienso radicalmente y me importa poco la opinión que sobre mí tengan quienes leen este blog, pero es este pensamiento el que me lleva a creer la seria amenaza que está suponiendo el mundo islámico para la sociedad occidental. Sobre todo por ese mal entendido concepto de solidaridad con alguien que nunca quiso sino la exclusión del que no piense como ellos. Ya lo dije en otro artículo referido al 11 S, el mundo integrista es igual a la maldad absoluta, al decapitamiento de rehenes, a la ablación del clítoris en las niñas, al apedreamiento hasta morir de miles de mujeres (a ver las manifestaciones de las feministas de turno donde están), al asesinato en masa, al gusto por ese complemento tan de moda en palestina, el chaleco-bomba, etc etc.
 Por eso soy racista y por eso lamento mucho que el tiro al asesino de estos niños haya sido en la cabeza y no en los huevos y haberlo dejado desangrase poco a poco entre estertores de dolor mientras algún perro callejero aprovecha para mordisquearle los intestinos. 
Buenas noches.