miércoles, 15 de junio de 2011

Ponga su cerebro...

Hace algunos años me preguntó mi padre: "¿Tu crees en Dios?". Faltaron décimas de segundos para replicar con un  tajante "No"
-¿Por qué?
-Pues...porque no.
-Pero..¿En qué basas tu veredicto?...¿Has leído algo de religión?, ¿Acaso vas a misa?...
- Yo...ehh.. no, la verdad
-Pues, antes de dar una respuesta sin fundamento, ilústrate, aprende, conoce y luego tendrás la suficiente autoridad como para razonar tu respuesta. Lo que no se puede es sentenciar sin más.
Vaya, en definitiva lo que me decía mi padre era un poco aquel slogan que había en la libreria-tienda-bar de doña Amada, al lado del instituto. Ese refrán tan poco comercial de "Ponga su cerebro en funcionamiento, antes de poner la lengua en movimiento"
De aquella lección aprendí que para criticar algo, debemos conocer de qué estamos hablando y para ello muchas veces hay que ver cosas, periódicos, programas de televisión o de radio que no comulgan con nuestra ideología pero que es necesario saber.
Por eso, de vez en cuando, escucho La Ser, leo "El Pais" y veo programas del rojerío recalcitrante tipo "Intermedio" o "El Hormiguero" entre otros. Tengo que confesar que me cuesta no cambiar de canal, y que me asombra como lo que yo denomino la "Yihad Carmesí", es decir el integrista izquierdista puede ser tan iletrado.
Anoche, por ejemplo, preguntaban a un elemento ciudadano:
"¿Es usted más de izquierdas o de derechas?"
El hombre, un poco molesto por la pregunta, responde: "¡Por favor!, yo he sido un trabajador toda mi vida...soy de la izquierda..."
Y pienso yo..¿qué pasa, que los de derechas no trabajamos?
Lo que sucede es que siempre se ha asociado la izquierda con el trabajador y la derecha con el señorito, y si no que se lo digan a los andaluces, bueno, quizás alli, visto lo visto con los reptiles, sea al revés.
 En cualquier caso si que es cierto que el numero de militantes izquierdistas va directamente ligado o, como diría un profesor de física que tuve, es directamente proporcional al estatus cultural del individuo, cuanto más rojo, más inculto o bruto que también.
No descubro nada  si digo que una ínfima parte del integrismo zapateril son personas con ciertos estudios. Tampoco descubro nada si manifiesto mi extrañeza de ver como gente que, en teoría, puede discernir procesos elementales, son partidarios de una ideología que está llevando nuestro país a niveles que engrandecerían incluso al gran felón de Fernando VII. Aunque pensándolo un poco mejor, quizás la respuesta este en el Poder y todas sus corruptelas y grandes sueldos. Siempre fui de la opinión de que, quién no sirve para otra cosa, se dedica a la política, ese caldo de cultivo donde estos parásitos de la sociedad, (muchos de ellos jamás han trabajado) se revuelcan y gozan, siempre, claro está, en nombre de la democracia y el bien social.

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