sábado, 10 de septiembre de 2011

No a la Guerra

Una tarde de hace diez años un ataque terrorista a Estados Unidos acababa con la vida de tres mil personas y dejaba heridos a unos seis mil. El atentado era obra de los integristas de Al Qaeda mediante el sistema de "terroristas- pilotos": Secuestramos un avión y lo estrellamos contra algun edificio, lleno de gente a ser posible,  y si encima es representativo del poderío yanqui y simboliza la tiranía que los americanos han ejercido contra el pobre moro y restos de hermanos anticapitalistas del mundo pues mejor que mejor. Simple pero efectivo
Si yo fuera Luke Skywalker, ya sabéis el de La guerra de las Galaxias, podría decir que, esa tarde, mientras veia las noticias en la televisión, "senti un fuerte estremecimiento en la fuerza" observando cómo sucumbíamos al imperio del mal, que hoy por hoy lo capitaliza el integrismo islámico. Contemplando como el ser humano era capaz de desarrollar la maldad absoluta, que ya había hecho antes con el holocausto nazi o con las bombas atómicas en Japón.
Nuestros antepasados que eran si no más sabios, si más decididos, resolvieron irse de cruzadas para acabar con el infiel, que como buena cucaracha, mejor muerto que vivo.
Nosotros intentamos hacer lo mismo y comenzamos las guerras contra el moro. Los Estados Unidos y la coalición aliada europea entre la que nos encontrábamos, rápidamente desplegamos nuestros efectivos en territorio enemigo.
Para España decir que íbamos a la guerra era un chiste malo porque nuestros "gloriosos ejércitos" apenas si entraron en acción, salvo los inevitables atentados integro-terroristas que mataron algunos números (como dicen los militares) entre ellos uno que fuese capitán mio en el regimiento de Caballería Farnesio XII quién por cierto fue el artífice de mi arresto mensual en los calabozos amoniacales del cuartel.
Como era Aznar quien ordenó la marcha-cruzada contra los mojamés, falto tiempo para que el rojerio saliese de sus acaudaladas madrigueras con aquel cartelillo de "No a la Guerra". Los bardenes, Almodovares, Variopintos artistas farandulescos  manifestábanse por las calles de Madrid, megáfono en mano defendiendo al pobre musulmán. Sí, efectivamente, esos que ahora con Zapatero no han dicho ni una palabra de todos los ataques que nuestras tropas sufren en Afganistán.
Ninguno de ellos llevaba una pegatina del 11-S.
No deberíamos olvidar nunca esta fecha para tener presente qué clase de vecindario tenemos.
Naturalmente y como comprenderéis me importa una mierda que me tachen de racista, simplemente me reafirmo en la necesidad de tener más Guantánamos, no solo para los integristas de alá y sus miles de vírgenes libidinosas que ansiosas corretean desnudas por el paraíso moraco sino para toda suerte de terroristas batasunos y demás ralea que pasea por nuestro país sin que nadie tenga los suficientes cojones (con perdón) para meterlos en vereda.
En fin son las doce. Voy a poner una vela por las víctimas de hace diez años.
God bless America

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