Copito está malito.

Dice un periódico estadounidense que nuestro gorila rojo, nuestro Copito araucano, nuestro compañero-presidente-camarada, el locuaz Hugo Chavez está en las últimas.
Que agradable noticia para desayunar.
Al parecer Copito, que lleva subido al árbol del poder venezolano desde 1999 ha tenido que ser ingresado de urgencia por alguna disfunción renal... Pobrecillo
Todo el zoológico está muy agitado. Los veterinarios bolivarianos ya se han puesto manos a la obra para evitar la defunción de nuestro emblema llanero e ídolo de multitudes que visitaban el país con la esperanza de ver su número artístico por el que se hizo mundialmente famoso: "Aló Presidente".
El director general del Z.C.J.P. (Zoológicos Comunistas Jurassic Park), el siempre carismático e incombustible Castrosaurio Fidel y su consejero delegado Raul han manifestado su pesar por tan triste noticia.
"Una lástima, -han dicho- teníamos pensado contratarlo de maraquero en nuestra agrupación "Los Quelonios del Caney"
También desde la Pacha Mama transmiten su preocupación al particular. Nuestro insigne Evo ya se ha puesto el poncho y se ha lanzado al monte, flauta en mano. En breve esperan la asistencia de varios chamanes para, en comunión carmesí, sacrificar una llama y así, con su sangre, calmar al astro rey, irritado por el colonialismo asesino español que entre otras cosas les dió una lengua con la que entenderse y poder emigrar a países opresores para trabajar y ganar un dinero que su propia nación les negaba...curioso ¿no?
Ortega, Celaya, Humala y resto de personal del establecimiento están desolados. Esperan una pronta recuperación de Copito y que vuelva a hacer sus tan añoradas payasadas.
El ultimo parte veterinario, dado a las 14:00 desvela que Copito ha querido transmitir tranquilidad a sus amigos y seguidores con el siguiente mensaje:
"Todavia güele a assufreeeeeee"
"-No presidente, con todo los respetos, es que a su excelencia se le ha aflojado el fuelle y se le ha caido un chusco" ha corregido el cuerpo oficial de veterinarios.

Mientras, a cientos de kilómetros de distancia, muchos canarios que dejaron media o toda la vida trabajando en Venezuela y  fueron expropiados por la ley de tierras del 2002 robándoles las posesiones que, a juicio del funcionario de turno eran improductivas, para regalárselas a quién quisiera trabajarlas, se regodean viendo el sufrimiento del mono o gorila. Muchos que de la noche a la mañana perdieron todo lo que tenían, hoy desayunan gratamente con la noticia.
Yo me alegro. Me alegro de su insuficiencia renal y espero que su sufrimiento sea directamente proporcional al que este sujeto ha causado a miles y miles de personas en su Republica Bolivariana.
Esperando su pronto y doloroso fallecimiento me despido de vosotros queridos amigos.
EXPROPIESE!!!!!!